El hábito no hace al monje.
Cuando inicié esta andadura me movía un afán apasionado por lo que hacía, que no era otra cosa que exponer temas importantes cuando se trata de acercarnos y vivir en otra cultura, en este caso, la española.
Pero no puedo seguir en ello sin hacer hincapié en algo en lo que a nivel personal creo profundamente: todos los seres humanos, no importa nuestra procedencia, venimos al mundo de la misma manera, naciendo y nos vamos de la misma manera, muriendo. Esto que parece una perogrullada, tiene bastante más enjundia de lo que en principio podamos ver.
En medio de esos dos acontecimientos tenemos unas vidas por vivir, pero como la vivamos va a depender y mucho de la cultura en que crezcamos. Apuntado esto, solo me queda decir que al venir al mundo no nos diferenciamos sustancialmente del resto de los seres. En todas partes las madres aman y dan la vida por sus hijos, luchan., trabajan… Sufrimos por lo mismo: abandonos, rechazos, soledad, guerras, hambre… ¿De verdad que una madre de Marruecos quiere a sus hijos menos o más que una de Canadá? ¿Si muere un ser querido, como un padre, lo sienten diferente en la India que en México? ¿Cambia el color de la piel nuestro sentir? Entonces, ¿Por qué nos percibimos diferentes? Y es aquí donde entran a saco las culturas. Nos sentimos diferentes porque nos hacen ver la vida de un determinado color, según las gafas que llevemos, que ya se ha encargado la sociedad, la familia, el estado y las religiones de hacérnoslo ver de forma diferente.
Siempre lo expreso con un refrán muy español y creo que muy acertado (no en vano es el resultado de la sabiduría popular) El hábito no hace al monje, que traducido a lo que nos ocupa quiere decir que la cultura es al ser humano lo que el hábito al monje es decir, a la persona, algo poco más que el vestido.
¿Porqué surgen problemas interculturales?
Las lenguas vienen a ser lo mismo. Es una expresión cultural de vida.
Y dicho esto creo que hablaremos de cultura de una forma diferente, más desde el respeto, sin prejuicios (qué difícil) pero dándole su espacio, que lo tiene pero siempre teniendo en cuenta que debajo de ese hábito o vestido hay siempre una persona que es muchísimo más importante que la cultura que representa, es decir, su vestimenta. Entonces, ¿Porqué surgen los problemas interculturales? Pues por el hecho de un factor importantísimo: nuestra identificación con el «hábito». Hacemos del vestido algo más importante que la persona en sí. Hasta tal punto que el miedo a lo desconocido nos hace percibirlo como una amenaza…de ahí al conflicto solo hay un paso.
Y al hilo de esto convendría hacer un acto de auto inspección para detectar aquellos elementos que nos hacen creer que somos peores que otros o mejores simplemente porque en nuestra cultura “vestimos” diferente.
Me ha gustado este post especialmente porque nos invita a reflexionar sobre las otras culturas, a las que a veces minusvaloramos sin conocerlas bien.
Que bien explicado, Lola, y muy de acuerdo que nos fijamos más en el exterior que en el interior de las personas y ponemos muchas etiquetas !!! Me ha gustado mucho la sencillez con la que lo expresas!!! Enhorabuena!!
Muy bueno Loli, continua así…
Muy buena reflexión, me encanta, un placer leerte.