«Caminante no hay camino, se hace camino al andar». Antonio Machado
Estos versos de Antonio Machado nos vienen a la memoria una y otra vez cuando haces el Camino de Santiago. Se sabe cuando lo inicias y como se inicia, pero no cuando lo acabas ni como la acabas.
El camino: una metáfora de la vida
Es una metáfora de la vida, especialmente si se hace sola. Lo cual recomiendo.
Cuando comienzas sabes que cuentas con un cuerpo, que esperas que te responda y que por lo tanto hay que escucharle. También tienes un itinerario o etapas que alguien fijó un día en base a unos criterios que ya no existen; por lo tanto es mejor adaptar las etapas a ti y no al contrario.
Cuando empiezas vas buscando las señales: vieiras, flechas…en fin, como en la vida no siempre están claras, y además ocurre constantemente en cruces de caminos, (donde más claras debían estar), entonces hay que echar mano de la intuición y seguir con la esperanza de no haberte equivocado y si ha sido así se vuelve atrás y no pasa nada. A veces te das cuenta de que llevas sola mucho tiempo sin encontrarte con nadie…¿Me habré perdido?¿Habré tomado el camino correcto? pero sigues andando y de pronto te pasa alguien…»buen camino», o finalmente ves una señal.
La confianza en ti es algo que te acompaña todo el trayecto. No te sientes especialmente preparada, ni lo has hecho nunca, pero la confianza y la fe en el camino que han surcado tantos peregrinos antes que tú desde hace mil años te ponen alas en los pies. Sabes que estás haciendo algo especial.
Lo que viene, conviene
Amanece con niebla, frío, lluvia, y por lo tanto barro y caminos poco transitables. Sabes que te vas a mojar y estarás mojada todo el día. No importa, sabes que está ahí por algo. Lo mismo toca subir cuestas inacabables, que bajadas rompe piernas, pero descansas, no hay prisas y ves la naturaleza, la paz que transmite el bosque y el agua serpenteante por cualquier sitio, su tintineo parlanchín. Se recuperan fuerzas rápidamente y continúas.
Abrirse a la vida, aceptar lo que venga, cada día es nuevo, te va a traer gente nueva, y sobre todo muy especial. No serán la mayoría, pero si reparas encontrarás a gente realmente única: locos que llevan en el camino meses, que después de acabar uno comienzan otro…que no se paran en Santiago sino que continúan hasta Finisterre. Y te cuentan que llegan a casa pletóricos y deseando hacer algo diferente con sus vidas.
El camino también te enseña el desapego, hoy caminarás con unos y mañana serán otros. Esto pasa más si vas a tu ritmo. Tienes que decir adiós muy pronto a gente con la que seguirías, pero van a otro paso distinto…cada uno al suyo, con sus propias metas.
Otra enseñanza importantísima: nos sobra la mitad de lo que llevamos en la mochila. ¡Qué poquito necesitamos para vivir! Conocí a gente que se iba desprendiendo de cosas por el camino. Al final necesitas ropa para cambiarte, comida, un poco de jabón, unas botas y una cama. Ni las incomodidades que te imaginas al principio son tales. Dormir en un albergue con gente de todo tipo y condición se hace apetecible: se charla, se hacen amigos, se comparte cena…se filosofea, jajaja. Muy divertido.
Aquí hay que mencionar a hospitaleros, gente voluntaria que se ofrece al peregrino de verdad. Vienen de todas partes del mundo…¡qué gente tan especial! Mi reconocimiento y gratitud.
También como en la vida misma verás que hay gente que no repara en el camino, solo quiere llegar a una meta, cumplir objetivos, y gente que hace negocio descacarado y abusivo; se aprovechan de que pernoctas una noche y sigues…pero al final no es lo que recuerdas.
El camino de Santiago: lo empiezas por unas razones y lo acabas por otras.
Importante es fijarse metas durante el trayecto porque si no, no hay camino, pero el trayecto te lo marcas tú, con tus fuerzas, viviéndolo en toda su intensidad. Para cada uno es distinto: algunos sueltan sus duelos, otros sus soledad, otros se prueban a sí mismo diciendo que si pueden con eso pueden con todo.
He conocido a gente que lo iniciaba por probarse a sí mismo y lo han terminado por razones espirituales. Se han reencontrado con ellos mismos.
A nadie deja indiferente. Por algo vienen de todas partes del mundo; el primer día conocí a una familia australiana, el segundo a gente de Canadá, Sudafrica, Ucrania,etc. Hablar inglés como es mi caso es un plus, pero no imprescindible, te acabas comunicando sí o sí.
Camino primitivo
Ya que este blog va de temas socioculturales e históricos entre otros, decidí hacer el camino Primitivo llamado así por que fue el primero en implantarse. Un rey, Alfonso II de Asturias al enterarse del descubrimiento de la tumba del apóstol emprendió la peregrinación. Solo puedo decir de este Camino, que es la ruta más dura y difícil de todas. Va desde Oviedo por la cordillera cantábrica, es decir por pura montaña. Hay que saber donde te metes, ya que no es lo mismos caminar en llano que por montaña. Adaptar las etapas a tu forma física y no hacer locuras porque otros las hacen: tu cuerpo es el que manda, por tanto hay que escucharle.
Como nadie me dijo que no podría, lo hice.
Al final, en mi última etapa reparé en algo de lo que no había sido muy consciente. Me decidí por el primitivo por un tema histórico, algo así como empezar por el principio, pero ninguna de las personas que lo habían hecho cercanas a mí me hablaron de su dureza, ni me advirtieron…pues genial, porque si me hubieran advertido no lo habría hecho.
Fue durante el camino cuando me fui enterando de la complejidad del mismo, su dureza, etc. «¿El primero que haces? qué valor, haber empezado por otro más fácil» …en fin, los típicos comentarios que si los escuchas antes te disuaden, pero como no los escuché…¡pues lo hice.!
Solo me queda decir que he descubierto la actividad que voy a dedicar más tiempo en mis vacaciones. Algunos no se pierden la playa, pues yo no me perderé si Dios quiere, el camino.
*Climatología de Norte de España: no paraba de encontrarme extranjeros, sobre todo europeos muy sorprendidos por la climatología norteña. Algunos parecían indignados al encontrarse con lluvia, temperaturas frescas, niebla…¿Dónde está el sol de España? Bueno pues el norte tiene clima atlántico, exactamente igual que el del atlántico de Francia o de Inglaterra. El verano es tan lluvioso como cualquier otra estación.
Aquí os dejo el enlace que dediqué a la climatología de España. Del tiempo, climas y refranes
¡Hasta la próxima! Ah, y ¡buen camino! saludos a Sarota, Ágata, David…y a todos los que me encontré en Junio por Asturias y Galicia.
Lola Carrasco-Barrado
Que bien escrito esta ! Enhorabuena . Y muchas gracias . Es muy muy ameno . Invita a hacer el
camino . Y además muy buen ilustrado von esas fotos tan bonitas y “ refrescantes “. Gracias de nuevo
Great
Un artículo que describe muy bien la experiencia del Camino. Muy bien escrito, muy interesante..y …en todo momento que el camino será lo que tú vivas. Gracias por tu blog que muestra la variedad de la vivencia que es España.